El universal Pablo Picasso decía que estuvo parte de su vida intentando pintar con la frescura, la imaginación y la libertad que lo hace un niño.
Leonardo Rodríguez Pastrana pintó su primer cuadro a los tres años y, desde entonces, no ha parado de jugar y soñar con los pinceles y los colores. Sus obras se caracterizan por ser de una alegre abstracción que ha conquistado a medio mundo.
Decoradores y coleccionistas de todas partes quieren contar con las obras de Leonardo en sus proyectos y sus paredes.
Sus creaciones, con un estilo único y fresco, acaban agotándose en cada exposición que celebra y, actualmente, forma parte de los artistas emergentes de la Red Gallery junto con nombres de la talla de Basquiat, Hirst o Rafa Macarron.
Mucha culpa de su éxito es de sus padres, que, además de animarlo a pintar, lo han llevado a estudios de artistas para que Leonardo se empapara de primera mano de lo que hacen, y nunca lo han llevado a clase de pintura. "Soy un artista porque he pintado muchos cuadros y mi nombre es Leonardo, como Leonardo Da Vinci".El arte de Leonardo guarda un gran parecido con las piezas de Jean-Michel Basquiat, otro niño que también comenzó a llenar de dibujos las paredes de su casa. Leonardo nunca ha tenido a Basquiat como referencia.