Estos trastornos abarcan un grupo muy diverso de alteraciones en el desarrollo o adquiridas, las cuales se caracterizan esencialmente por un déficit en la comprensión, producción y uso del lenguaje. Pueden afectar el habla, la escritura, lectura, el ritmo y la comprensión, incluso es común que se presente más de uno al mismo tiempo. Con frecuencia se utilizan como sinónimos los conceptos de lenguaje y habla, por ello es importante aclarar la diferencia entre ambos. El primero se refiere al sistema de palabras y símbolos escritos, hablados o gestos que se utilizan para comunicar; en tanto que el habla es el sonido del lenguaje verbal.
Por lo general, dichos trastornos están relacionados con el desarrollo. Comienzan en la infancia, pero pueden continuar hasta la edad adulta. Tal vez tengan su origen en una lesión cerebral o enfermedad, pero los trastornos no están relacionados con la inteligencia, de tal forma que las personas con dichos problemas son tan inteligentes como los demás.