En las últimas cinco décadas, los científicos han llevado semillas y plantas al espacio en un esfuerzo por estudiar y entender como la ingravidez, la radiación cósmica y otras condiciones afectan su desarrollo. También se han preocupado por diseñar equipos que permitan a los astronautas cultivar vegetales en las estaciones especiales, no sólo para su estudio sino más recientemente para poderlos consumir como alimentos.
Para que las plantas se desarrollen adecuadamente y produzcan frutos y semilla se necesita que estén presentes la luz, la humedad y los nutrientes que regularmente se tienen en la Tierra. Además tendrían que estar sujetas al efecto de la gravedad terrestre. Así que el diseño de las cámaras de crecimiento vegetal en el espacio debe contemplar estos parámetros.