Johannes Gutenberg se basó en técnicas de impresión conocidas desde tiempos remotos para inventar la impresión tipográfica con tipos móviles de madera rellenos de plomo, la cual dio origen al libro moderno en 1440. Lo triste es que el inventor murió arruinado y sin ver reconocido su trabajo. Para imprimirla elaboró los tipos de letras en relieve, grababa la letra en el extremo de una barra de hierro (punzón), clavaba el punzón en una pieza metálica más blanda (matriz), la matriz se colocaba en un molde manual, finalmente vertía el material fundido en el molde; luego se solidificaba formando una pieza alargada con la letra grabada.
El cajista después colocaba los tipos sobre unos ralles (galera), entre palabra y palabra colocaba piezas en blanco para separarla, entre cada línea insertaba tiras de metal que no se imprimen (interlíneas), la página se entintaba con tampones de cuero y se ponía encima el papel. Por medio de una palanca se daba vueltas al tornillo, finalmente hacía descender una plancha de madera y la página quedaba impresa.