Los griegos adaptaron el alfabeto de los fenicios a su idioma y en ese proceso hicieron un gran descubrimiento: Las vocales. Gracias a este descubrimiento, fueron capaces de representar todos los sonidos de su idioma usando solamente 7 vocales y 17 consonantes. Del alfabeto griego derivan en sus versiones orientales el cirílico, que se usa para escribir en ruso, ucraniano, búlgaro y en otros idiomas del este de Europa y del centro de Asia; además del alfabeto armenio.
Sin embargo, la evolución más importante la tuvo en su versión occidental, que dio lugar al alfabeto latino. Se compone de veintiséis letras principales, más ciertas modificaciones y letras adicionales según el idioma de que se trate. Por ejemplo, en español se incluye la ñ, mientras que el portugués, francés y catalán la un símbolo de c.
