Fondo de Cultura

Todo comenzó cuando Hernán Cortés desembarcó en las costas de Veracruz el 22 de abril de 1519. El 8 de noviembre de ese mismo año, el conquistador español se encontró por primera vez con Moctezuma, el tlatoani de los mexicas, quien le permitió el ingreso a la ciudad. Fue justo el 13 de agosto de 1521 cuando se dio la caída de Tenochtitlán y un par de días después la de Tlatelolco. La captura de Cuauhtémoc significó la derrota de los mexicas.

De acuerdo a Eduardo Matos Moctezuma, arqueólogo e investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fueron cuatro factores los que influyeron en este suceso histórico: la psicología, la salud, la economía y los militares. El experto llegó a esta conclusión después de múltiples investigaciones. El factor psicológico en la caída de Tenochtitlán "Resulta que en el bando mexica habían estado viviendo por lo menos ocho 'presagios' que los tenían atemorizados y que se referían a diversas cosas", dijo Matos Moctezuma durante la conferencia magistral "La conquista de México: 1519–1521", que dictó en 2020 en el Museo Nacional de Arte.

Se trata de una tumba zapoteca cruciforme ubicada en el cerro Guiroo, cerca de San Pablo Villa de Mitla en Oaxaca, la cual está construida con bloques megalíticos y decorada con grecas escalonadas. El sitio fue limpiado y excavado por el arqueólogo americano, Marshall Howard Saville entre 1900 y 1909, después es Hugo Brehme, fotógrafo alemán visitó el sitio entre 1920 y 1930 y tomó evidencia fotográfica, posteriormente es Gary F. Feinman en 1995, quien realiza un levantamiento de inspección del sitio.

De acuerdo con Batres, los estudios sobre ritos funerarias durante la ocupación zapoteca en Mitla, son escasos y las fuentes son posteriores a la Conquista, por lo que el sitio se refiere a una tumba de clase alta en la sociedad zapoteca. Su construcción es entre el Clásico Tardío y Posclásico Temprano y su entrada está orientada al poniente. La arqueología de las tumbas de Oaxaca sólo representa una parte de muchas tumbas desmanteladas, destruidas y en el mejor de los casos, vueltas a cubrir esperando una mejor oportunidad en el futuro.